viernes, 17 de abril de 2015

LIPOASPIRACIÓN Y MUERTE SÚBITA


La Asociación Mexicana de Cirugía Plástica realizó una

encuesta para determinar los factores relacionados con la

muerte súbita en lipoaspiración. En el periodo de 2005-

2014 se reportaron 64 casos; con un incremento de 1,479

casos por cada año (R = 0.983; p < 0.001), se pronostican

18 muertes para el año 2015. El mayor porcentaje de mortalidad

relacionado con los años de experiencia de los anestesiólogos

fue entre 15 a 20. Hubo 12 fallecimientos antes

de iniciar el procedimiento quirúrgico. El mayor porcentaje

de mortalidad en cuanto a los años de experiencia de los

cirujanos fue de los 20 a los 25. Los procedimientos fueron

realizados 15.62% en consultorio, 54.68% en clínicas y

29.68% en hospitales. Las manifestaciones clínicas fueron

en el 68.73% hipotensión arterial, disnea con tos, bradicardia

y desaturación de oxígeno. Las principales causas de

muerte fueron embolismo graso 26.56%, tromboembolia

pulmonar 20.31% y desconocida 31.25%. La lidocaína

fue utilizada en la solución tumescente en 59.37% de los

casos a dosis de 13.88 a 80.64 mg/kg peso. Hubo una fuerte

correlación entre la aplicación de lidocaína y el tiempo de

muerte transoperatoria; la mayor mortalidad fue en los

primeros 60 minutos (B = -2.63% R = 0.924; p = 0.008) y

en el postoperatorio la mayor mortalidad se presentó a las

4 horas y se abatió a las 16 horas (B = -4.4% R = -0.917;

p = 0.005). Hubo un total de 38 casos (59.37%) de fallecimientos

que pudieron haberse prevenido. Se establecen

recomendaciones preventivas. Se concluye que los estudios

actuales no son determinantes para encontrar causalidad

 


La Sociedad Americana de Cirugía Plástica y

Reconstructiva (ASAPS), en el año 2000, realizó

una encuesta relacionada con procedimientos

de liposucción. Participaron 917 socios, quienes

reportaron 95 fallecimientos de un total de

496,245 (tasa de mortalidad de 20 por cada

100,000 procedimientos), que excede la de

16.4 por 100,000 producida por accidentes

automovilísticos en Estados Unidos y superior a

la mortalidad en pacientes quirúrgicos con ASA I

y II de 10:100,000. Las causas de muerte fueron

tromboembolia pulmonar (23%), perforaciones

(15%), embolismo graso (8.5%), falla cardiorrespiratoria

(5%), infección (5%), hemorragia (5%),

y causas desconocidas (29%). No incluyeron las

causas relacionadas a la lidocaína. Los procedimientos

se realizaron en 77.7% con pacientes

ambulatorios, en 47.7% en el consultorio y 30%

en centros quirúrgicos ambulatorios.14,15 El inconveniente

de estos reportes es que se basan en

encuestas, no todas las personas contestan, son

estudios retrospectivos, no se puede confirmar

la veracidad de lo reportado y no se reportan

muchas complicaciones.

La Sociedad Americana de Cirugía Plástica

(ASAPS) en el año 2000 reportó 20 muertes por

cada 100,000 lipoaspiraciones, y no hacen

una diferencia entre las muertes ocurridas antes

de 24 horas de evolución y aquellas que se

presentan en forma tardía. Nosotros encontramos

un promedio de 6.4 muertes súbitas

por año, con un incremento en años recientes.

Se esperan en este año 17 muertes por esta

causa, con una tasa de 17 por cada 100,000

Una encuesta es una forma indirecta de obtener

información relevante que no se puede

obtener a través de otro medio. Las respuestas

pueden servir para tener un diagnóstico

situacional de un problema, orientar para

emitir recomendaciones y prevenir riesgos.

Las principales desventajas son: preguntas mal

elaboradas que no precisen el problema que

se está investigando y que los participantes no

otorguen las respuestas adecuadas por falta de

motivación, cansancio, dificultad para entender

la pregunta o simplemente porque no le dan la

importancia debida. Este trabajo se realizó por

medio de una encuesta semicerrada fundamentada

en una amplia revisión bibliográfica y una

investigación de campo respecto al problema

investigado. Es un reflejo de uno de los riesgos

más severos que se pueden presentar durante

una lipoaspiración en una persona sana.

Fuente:
Cirugía Plástica 2014;24(1):16-30