Influenza: Entre mitos y realidades
Uriel
Chavarría Martínez
La influenza es una enfermedad causada por un virus
que se presenta en brotes usualmente bianuales.
El organismo la cura con sus propias defensas. Sin
embargo, ciertos años la agresividad cambia. Esta
temporada Nuevo León tiene alta mortalidad. Aquí
van algunas precisiones médicas al respecto.
La complicación más severa es la neumonía viral
con insuficiencia respiratoria severa. Quienes
atendemos pacientes con influenza grave sabemos
que la principal razón de mortalidad es que nuestros
casos son más graves.
El grupo de edad más afectado por falla
respiratoria son hombres de 40 a 50
años con algo de obesidad.
Hemos visto este año mucha más
falla renal y estado de choque rápidamente
progresivo, sin dar mucho tiempo para
hacer algo por el paciente.
Nuestros pacientes tienen más ingresos a hospital
y a unidades de cuidados intensivos, y no hay explicación
ni causa de tales diferencias más que la agresividad
local del virus. Tales pacientes requieren ventilación
artificial y métodos no convencionales extraordinariamente
costosos, como la oxigenación extracorpórea.
Nuestra ciudad es pionera nacional en estos métodos,
con una mención especial al grupo Christus
Muguerza. Es un tema difícil,porque aun en países
desarrollados hay voces que exigen que esos recursos
beneficien a muchos más pacientes con terapias
menos costosas.
Sin embargo, esto dista mucho de la postura de que
la mortalidad sea mayor por menor atención. De hecho,
en este brote que se parece mucho al del 2009,
hay muchos pacientes que se han salvado
con casos que quizá en aquel tiempo hubieran fallecido.
En el Hospital Universitario,por ejemplo, se están
manejando pacientes muy graves con el recurso humano
y tecnológico disponible, a pesar de la complejidad del
manejo de dichos pacientes.
La única prevención aceptada por evidencia
científica es la vacunación anual que se crea con los
virus circulantes cada año.
Ya hemos visto cómo le ha ido a la pobre vacuna con
tanta desinformación.
En el pasado existió desabasto
de Tamiflu, único tratamiento disponible,
aun con las dudas acerca de su efectividad.
Algunos investigadores participamos
en estudios multicéntricos con anticuerpos
que aún no están disponibles,pero son promisorios.
Sin duda hay áreas de oportunidad, son situaciones
ya conocidas por la población en las cuales nunca
se debe bajar la guardia, como lavado
frecuente demanos, evitar lugares públicos
por las personas afectadas, y hasta soluciones extremas
como evitar el saludo de beso o incluso de
mano durante época de brote, aunque
con poca evidencia científica.
La educación de consultar tempranamente
en caso de dificultad respiratoria
aumentaría las probabilidades de vida.
Sin embargo, la inmensa mayoría de pacientes mejoran
espontáneamente sólo con manejo de los síntomas
sin necesidad de internamiento.
Escuchamos voces en las cámaras pidiendo la destitución
del Secretario de Salud debido a la alta tasa
de muertes en NuevoLeón.
Muchas de estas voces basan
sus “soluciones” en supuestos o en mitos que no tienen
que ver con los hechos.
¿Por qué todo tiene que politizarse?
Quizá sería más proactivo preguntar a los
médicos qué recursos hacen falta para poder atender
estos brotes impredecibles en su agresividad anual.
Hay muchos héroes y heroínas en todos los hospitales
de la ciudad que han salvado vidas y queluchan con
los recursos disponibles.
Démosle un voto de confianza a los médicos y no
politicemos nuestra salud y por ende nuestra vida.
Lo menos que pedimos es ser tomados
en cuenta en la búsqueda de soluciones. Los pacientes
nos duelen mucho, especialmente siendo padres de
familia jóvenes. Eso no hay que olvidarlo nunca.
El autor es especialista
en medicina interna y neumología,
y es catedrático
de la Facultad de Medicina
de la UANL
