miércoles, 25 de marzo de 2015

Mindfulness y los problemas del sueño


Un pequeño estudio ha hallado que el mindfulness (meditación de práctica reflexiva y consciente) mejoraba las puntuaciones de sueño en personas mayores, más que las lecciones sobre buenos hábitos de sueño.
Los investigadores hallaron que de 49 personas mayores con problemas de sueño, con una edad media de 66,3 ± 7,4 años, las que aprendieron las prácticas de mindfulness empezaron a dormir mejor en seis semanas tras sesiones de dos horas a la semana. De hecho, les fue mejor que al grupo que sólo había recibido lecciones convencionales sobre buenos hábitos de sueño.
El grupo que había practicado meditación pasó de un valor medio de 10,2 ± 1,7 en el Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI) a 7,4 ± 1,9 tras las seis semanas, mientras que el grupo tratado de forma convencional había pasado de 10,2 ± 1,8 a 9,1 ± 2,0 en el PSQI en el mismo período.
Los autores creen que las personas mayores pueden sentirse cómodas al optar por realizar prácticas de ‘cuerpo y mente’ como modo de afrontar los problemas de sueño moderados, siempre que el programa de meditación esté estructurado. Las prácticas de mindfulness animan a las personas a centrar su atención en el momento presente, no en el pasado o en el futuro, y a observar de forma objetiva sus pensamientos y emociones.
[JAMA Intern Med 2015]
Black DS, O’Reilly GA, Olmstead R, Breen EC, Irwin MR

 

miércoles, 11 de marzo de 2015

Recomendaciones generales de actividad física para la salud en adultos y en adultos mayores


Recomendaciones generales de actividad

física para la salud en adultos y en adultos

mayores (adaptado de ACSM/AHA, 2007;

WHO/OMS, 2010; ACSM, 2011)

Adultos (18-64 años)

 

Las mujeres durante el embarazo y puerperio y los adultos

con discapacidades y enfermedades crónicas pueden

realizar actividad física, pero precisan recomendaciones

especiales. Las recomendaciones generales son:

 

a) Se debe evitar la inactividad, porque en sí misma es

nociva para la salud. Cualquier actividad, por mínima que

sea, producirá beneficios en salud.

 

b) La evidencia científica existente en la actualidad indica

que es a partir de 150 min (2 h y media) de actividad

aeróbica moderada (entre 3 y 6 Mets de intensidad) a la

semana cuando empiezan los efectos beneficiosos para la

salud. Los mismos beneficios se consiguen si se realizan

al menos 75 min semanales de actividad física aeróbica

intensa (más de 6 Mets de intensidad).

 

c) Es recomendable repartir el tiempo semanal en fracciones

de 30 min 5 días a la semana en la actividad aeróbica 

moderada, o de 25 min 3 días a la semana en la aeróbica intensa.

 

d) El tiempo diario se puede dividir en fracciones no menores

de 10 min. Tiene la misma repercusión para la

salud realizar 30 min seguidos que 3 bloques de 10 min

o 2 bloques de 15 min. También se pueden realizar múltiples

combinaciones de actividades intensas y moderadas,

pero sobre la base de los tiempos recomendados anteriormente;

no existe una evidencia científica para cada

combinación.

 

e) Si se realiza actividad física más allá de los tiempos recomendados,

tanto de forma moderada como intensa, o en

combinación, el efecto beneficioso para la salud también

aumenta.

 

f) Es recomendable que los adultos realicen también, y de

forma complementaria a lo recomendado anteriormente,

ejercicios de fuerza muscular (ejercicios contra resistencia),

abarcando todos los grupos musculares posibles. Se

recomiendan 8-10 ejercicios, con 8-12 repeticiones cada

uno, 2 o más días no consecutivos por semana.

 

g) Para mejorar o mantener un rango de movimiento

articular normal se recomienda realizar ejercicios de flexibilidad

por lo menos 2 o 3 días a la semana, incluyendo

estiramientos. Cada estiramiento debe durar 10-30 s,

notando tensión o molestia leve, y realizando de 2 a 4

estiramientos para cada ejercicio, completando un total

de 60 s.

 

Adultos mayores (personas de 65 años o más) sin

patología

Salvo en los adultos mayores con discapacidades y enfermedades

crónicas, que precisan recomendaciones especiales,

el consejo debe ser idéntico al de los adultos:

 

 

a) Evitar la inactividad: cualquier cantidad de actividad, por

pequeña que sea, siempre será beneficiosa.

 

b) Es importante adaptar la cantidad y el tipo de actividad

en relación con la edad y con la forma física de partida

de cada persona.

 

c) Recomendar, si es posible, la meta mínima de 150 min

semanales de actividad física moderada o 75 min de

actividad física intensa. Puede ser una combinación equivalente

de ambas, y se puede fraccionar en periodos de

al menos 10 min.

 

d) Es conveniente distribuir el tiempo dedicado a la actividad

física entre todos los días de la semana, o al menos

en 3 días a la semana.

 

e) Recomendar, si sus condiciones lo permiten, llegar a los

300 min de actividad moderada o 150 min de intensa, o

las combinaciones proporcionales de ambas, ya que los

beneficios en salud son mayores.

 

f) Para mantener la salud y prevenir la incapacidad es

importante realizar por lo menos 2 días a la semana

actividades de mantenimiento o incremento de la fuerza

muscular (8-10 ejercicios, cada uno de 10 a 15 repeticiones,

en 2 días de la semana). Se pueden realizar más días

por semana, pero siempre que no sean consecutivos. Las

actividades de fortalecimiento muscular incluyen: ejercicios

con bandas elásticas, con máquinas y mancuernas,

ejercicios con autocargas (con el propio peso del cuerpo)

y transportar la bolsa de la compra.

 

g) Deben fomentarse los ejercicios de equilibrio (estático

y/o dinámico), al menos 3 días por semana, sobre todo en

las personas con riesgo de caídas, incluyendo ejercicios

específicos y actividades como baile o tai-chi.

 

h) Los ejercicios de flexibilidad también están recomendados,

con la finalidad de mantener la movilidad articular.

Se realizarán durante un mínimo de 10 min y al menos

2 días por semana, incluyendo estiramientos (de 2 a 4 por

ejercicio) que provoquen tensión o molestia leve y que

duren entre 10 y 30 s, completando un total de 60 s por

cada grupo muscular.

 

i) La progresión gradual del tiempo de ejercicio, de la frecuencia

y de la intensidad es recomendable para mejorar

la adherencia al ejercicio y para minimizar los riesgos.




 

 

Bibliografía

1.Nelson ME, Rejeski WJ, Blair SN, Duncan PW, Judge JO,

King AC, et al. Physical activity and public health in older

adults. Recommendation from the American College of Sports

Medicine and the American Heart Association. Circulation.

2007;116:1094---105.

2. WHO/OMS. Recomendaciones Mundiales sobre Actividad Física

para la Salud. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2010.

3.. Garber C, Blissmer B, Deschenes M, Franklin B, Lamonte M,

Lee I, et al. Quantity and quality of exercise for developing

and maintaining cadiorespiratory, musculoskeletelal and neuromotor

fitness in apparently healthy adults: Guidance for

prescribing exercise. Med Sci Sports Exerc. 2011;43:1334---59.

4.Ainsworth BE, Haskell WL, Whitt MC, Swartz AM, Strath SJ,

O’Brien WL, et al. Compendium of physical activities: An update

of activity codes and MET intensities. Med Sci Sports Exerc.

2000;32:S498---516

 

 

 

 

 
 
 
 

martes, 3 de marzo de 2015

Vacuna contra el meningococo


¿Qué es la enfermedad meningocócica?

La enfermedad meningocócica es el término que se usa para referirse a cualquier enfermedad causada por las bacterias Neisseria meningitidis, también conocidas como bacterias meningocócicas. Las dos enfermedades más graves y frecuentes causadas por las bacterias meningocócicas son la meningitis (una infección del líquido y del recubrimiento que rodean al cerebro y la médula espinal) y la septicemia (una infección del torrente sanguíneo).

 

Aproximadamente entre 11 y 19 de cada 100 sobrevivientes de la enfermedad meningocócica presentarán discapacidades a largo plazo, como pérdida de una o más extremidades, sordera, problemas del sistema nervioso o daño cerebral.

Incluso con un tratamiento con antibióticos, entre 10 y 15 de 100 personas infectadas por la enfermedad meningocócica morirán. Aproximadamente entre 11 y 19 de cada 100 sobrevivientes presentarán discapacidades a largo plazo, como pérdida de una o más extremidades, sordera, problemas del sistema nervioso o daño cerebral.

¿Cómo se propaga la enfermedad meningocócica?

Las bacterias que causan la enfermedad meningocócica se propagan de una persona a otra a través de las secreciones respiratorias (como la saliva, al besar o toser) durante el contacto cercano o prolongado, en especial entre las personas que comparten una habitación o viven en la misma casa. Si bien cualquier persona puede contraer la enfermedad meningocócica, los adolescentes y los estudiantes de primer año de universidad que viven en residencias universitarias corren un riesgo mayor.

 

 

 

Muchas personas pueden "portar" las bacterias meningocócicas, sin presentar la enfermedad meningocócica. Ser portador significa que las bacterias viven en la nariz o la garganta, pero que no invaden el organismo y no enferman a la persona. Por lo tanto, los portadores no presentan síntomas de la enfermedad meningocócica. Dado que las bacterias antimeningocócicas son transmitidas con mayor frecuencia por las personas que portan estas bacterias, la mayoría de los casos de enfermedad meningocócica parecen ser aleatorios y no están vinculados a otros casos. Casi todos los casos de la enfermedad meningocócica (98 de cada 100) son esporádicos. Sin embargo, cualquier persona en contacto cercano con una persona que haya recibido un diagnóstico de esta enfermedad presenta el mayor riesgo de contraer la infección.

Meningococcal Disease Outbreaks in the News

 

Síntomas de la enfermedad meningocócica

Los síntomas de la enfermedad meningocócica pueden incluir la aparición repentina de fiebre alta, dolor de cabeza o rigidez en el cuello. Puede comenzar con síntomas similares a los de la influenza (gripe), y con frecuencia causar también náuseas, vómitos, aumento de la sensibilidad a la luz, sarpullido y confusión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VACUNA VS MENINGOCO

¿Qué es el Menigococo?

El meningococo es una bacteria que produce una

enfermedad muy seria. Es la causa principal de meningitis

bacterial entre niños de 2 a 18 años en los Estados Unidos.

La meningitis es una infección del cerebro y de la médula

espinal. El meningococo también puede causar infecciones

de la sangre.

En los Estados Unidos alrededor de 2,600 personas

padecen enfermedades por meningococo cada año. A pesar

del tratamiento con antibióticos, del 10 al 15% de estas

personas mueren. Un 10% de las personas que sobreviven

pierden brazos o piernas, quedan sordas, tienen problemas

con el sistema nervioso, quedan con algún retardo mental

o sufren convulsiones o derrames cerebrales.

Cualquiera puede contraer el meningococo. Pero es más

común en bebés menores de un año y en personas con

alguna afección médica. Los estudiantes de primer año

universitario, particularmente aquellos que viven en

dormitorios, también tienen un riesgo ligeramente mayor

de adquirir la bacteria del meningococo.

La vacuna contra el meningococo puede prevenir 2 ó 3

tipos importantes de enfermedades por meningococo en

niños mayores y adultos. La vacuna contra el meningococo

no es efectiva para prevenir todos los tipos de enfermedad por

meningococo. Pero ayuda a proteger a muchas personas que

enfermarían si no se ponen la vacuna.

Hay medicinas, como la penicilina, que se usan para tratar

la infección por meningococo. Sin embargo, una de cada

diez personas que adquiere la enfermedad muere, y muchos

otros quedan afectados de por vida. Por eso es importante

que las personas que sufren mayores riesgos de contraer la

infección del meningococo se vacunen.

 

¿Quién debe aplicarse la vacuna vs el meningoco y cuándo?

 

Asegúrese de que su preadolescente y adolescente reciba

 la vacuna antimeningocócica conjugada para obtener

 protección contra la enfermedad meningocócica, una

 enfermedad muy grave, con la cual la muerte puede

 ocurrir tan solo en unas pocas horas. Se recomienda

la administración de la vacuna antimeningocócica

conjugada a los 11 y 12 años de edad y una dosis de

 refuerzo a los 16 años.

Vacuna recomendada para todos los preadolescentes y adolescentes

 

La vacuna antimeningocócica conjugada se recomienda

 como parte de las vacunas de rutina a niños de 11 a 12 años.

 Una dosis de refuerzo es necesaria a los 16 años.

La vacuna antimeningocócica conjugada se recomienda como

 parte de la vacunación de rutina a todos los preadolescentes y

adolescentes desde los 11 hasta los 18 años. Los preadolescentes

 

 

 

 

 

 

deben recibir la primera dosis de esta vacuna en su chequeo

médico de los 11 a 12 años. También se recomienda a los

adolescentes que reciban una dosis de refuerzo a los 16 años.

Si se le pasó una dosis a su adolescente, hable con el médico

 para ver si la puede recibir ahora, en especial si su hijo va a

comenzar la universidad y vivirá en dormitorios universitarios.

 

 

 

La vacuna contra el meningococo no se recomienda de

modo rutinario a la mayoría de las personas. Se recomienda

que los siguientes grupos de personas se manden a vacunar:

• Reclutas militares de los Estados Unidos

• Aquellos que podrían verse afectados durante una epidemia

de ciertos tipos de infecciones por meningococo.

• Cualquier persona que viaje o que viva en una parte del

mundo donde la infección por meningococo sea común,

como en África Oriental

• Cualquiera que tenga una lesión del bazo, o cuyo bazo

haya sido extirpado.

• Cualquiera que padezca de una deficiencia terminal de

componente de complemento (una enfermedad del

sistema inmunológico).

La vacuna también debe considerarse para:

• Algunos empleados de laboratorio que están expuestos

habitualmente a la bacteria del meningococo.

La vacuna también puede administrársele a estudiantes

universitarios que deseen vacunarse. Los universitarios de

primer año, especialmente aquellos que viven en dormitorios,

así como sus padres, deben hablar de los riesgos y beneficios

de la vacuna con sus proveedores de salud.

La vacuna contra el meningococo por lo general no se

recomienda para niños menores de dos años. Sin

embargo, bajo circunstancias especiales, puede dársele a

bebés desde los tres meses de edad (la vacuna no es tan

efectiva en niños muy pequeños). Pida detalles a su

proveedor de salud.

¿Cuántas dosis?

Para personas de dos años en adelante: Una dosis

(A veces se recomienda una dosis adicional para quienes

siguen teniendo alto riesgo. Pregunte a su proveedor).

Para niños de tres meses a dos años de edad que necesiten

la vacuna: 2 dosis en un lapso de 3 meses

 

 

 

 

 

 

ES RECOMENDABLE QUE ALGUNAS PERSONAS NO SE APLIQUEN LA VACUNA VS EL MENINGOCO O QUE ESPEREN UN TIEMPO PARA APLICARLA

Toda persona que haya tenido una reacción alérgica seria

a una dosis previa de la vacuna no debe aplicarse la

vacuna contra el meningococo.

Las personas que tienen una enfermedad leve al momento

en que está programada la inyección aún pueden vacunarse

contra el meningococo. Las personas que padecen de

enfermedades moderadas o severas por lo común deberían

esperar hasta que se recuperen. Su proveedor podrá

aconsejarle al respecto.

La vacuna contra el meningococo puede administrársele

a mujeres embarazadas.

¿Cuáles son los riesgos de la vacuna vs el meningococo?

Una vacuna, como cualquier medicina, es capaz de causar

serios problemas, tales como reacciones alérgicas severas.

El riesgo de que la vacuna contra el meningococo cause

lesiones serias, o la muerte, es extremadamente bajo.

Recibir la vacuna contra el meningococo es mucho más

seguro que el contraer la enfermedad.

Problemas leves

Algunas personas que reciben la vacuna contra el

meningococo presentan efectos secundarios leves, tales

como enrojecimiento o dolor en la zona del pinchazo.

Estos síntomas por lo regular duran de uno a dos días.

A un porcentaje pequeño de quienes reciben la vacuna

les da fiebre